La eclosion de la tarde por Gonzalo Flego

Las salidas de pesca que más disfruto de guiar son las flotadas de varios días, con noche de campamento. Estas flotadas repletas de paisajes de pelicula nos permite pasar mas tiempo en el agua ya que no hay necesidad de cargar el bote en el trailer, guardar todo en la camioneta, y manejar de vuelta al lodge, descargar, y llegar a casa. No me malinterpreten, me gusta estar en casa pero realmente disfruto la experiencia de pasar la noche rodeado de naturaleza con la carpa al lado del río.




Tal vez lo que más disfruto es no tener que estar atado al reloj. En estos viajes no hay apuro. Podemos confiar en el sol para saber que el día terminó. Mientras flotamos la balsa del campamento nos saca ventaja llevando todas las carpas y los utensilios necesarios para cocinar esa noche en el campamento. Para cuando llegamos al campamento, el equipo de trabajo ya dejó todo armado, y estarán preparando la cena esperándonos con algún vino.

Durante el pico del verano cuando la luz empieza lentamente a desaparecer, y la temperatura del aire se vuelve más fresca, aparecen eclosiones de insectos en grandes números. Esto es conocido como “la hora mágica” en el rio, ya que este parece cobrar vida con todas las truchas subiendo a comer en todas las direcciones, mostrándonos realmente cuantos peces habitan el rio. Con la mosca correcta (copiando la eclosión) solemos atrapar pescado tras pescado hasta que no hay más luz, apurandonos a llegar al campamento río abajo.




A medida que nos acercamos al campamento, se empieza a divisar el fuego, y el olor a asado, o tal vez un cordero al asador, se empieza a percibir en el aire. Una vez anclada la balsa en la costa, todavía se escuchan las truchas comiendo en la oscuridad mientras se atoran con los restos del hatch.



Llegó la hora de relajarse y celebrar otro dia exitoso de pesca junto a viejos amigos y algunos nuevos. Nos sentamos en torno al fogón a disfrutar de una copa de vino antes de la cena y sacar a la luz (del fuego) nuestras mejores historias de pesca. Después de cenar, antes de deslizarme adentro de mi bolsa de dormir, suelo mirar el cielo estrellado una vez mas. Hay pocas cosas mejores que quedarse dormido al lado del rio de tus sueños y despertar a su lado, con ansias, anticipando la pesca que el increíble día nos va a ofrecer.